Escrito por Shin
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—Santos y buenos días —dijo la muerte, y ninguno de los presentes la pudo reconocer.
¡Claro!, venía la parca con su trenza retorcida bajo el sombrero y su mano amarilla en el bolsillo.
fragmento de francisca y la muerte
Onelio Jorge Cardoso
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Hace algun tiempo, mientras mi abuela limpiaba su ropero, encontro una foto familiar, estaba mi bisabuela, mi abuela y sus hermanas, lo cual le removio algunos recuerdos, y nos conto la historia de su hermana lupe, siempre trabajadora y movida, no podia estar sentada un momento, era muy bella y soltera a sus 28 años, pero hubo un año, en el que mi tia abuela se enfermo desde enero, y conforme avanzaba el año iba empeorando... hasta que a mediados del año, no podia mantenerse en pie, su belleza se apago, y todas las noches despertaba gritando que se la quitaran de encima....
todo esto extrañaba mucho a mi bisabuela, ya que suplicaba que se la quitaran de encima,.. les describia como entraba por la puerta, que hacia en ese momento, en un instante se paraba junto al buro, en otro se sentaba a los pies de la cama, y otras veces se paraba junto a ella... cuando le preguntaban quien era esta persona que nadie mas que ella podia ver, ella contestaba... Doña martha mama, es doña marta, viene por mi mama, me dice que ya es mi hora, no dejes qe me lleve mama...
Mi abuela no entendia nada, no conocian a ninguna doña martha, asi que una de esas noches en las que todos vigilaban a su hermana, se acerco a su mama y le pregunto, quien era esta misteriosa doña martha... y esto le contesto
Marthita ,negra, es el nombre de la muerte, dicen que solo los animales y los moribundos la pueden ver, los que la ven la describen como una señora vestida de negro con un sombrero ancho en su cabeza, y su cabello gris en una trenza, palida y flaca, como calavera..
esa misma noche, mi bisabuela y las hermanas de mi abuela salieron por el pan, mientras mi abuela quedo a cargo de mi tia abuela lupe, mi abuela tomo el candelero y lo acerco a la mesa, mientras acomodaba los platos y los cubiertos para la hora de la cena, en ese momento escucho los gritos de su hermana, era ella, doña martha... habia entrado de nuevo y estaba sentada en los pies de la cama.... mi abuela no veia nada, mas que a su hermana gritando y manoteando, lo cual la puso nerviosa y corrio hacia la puerta... para su sorpesa... el pesado maderon que usaban para atrancarla estaba caido, y la puerta entreabierta a pesar de tener los pasadores puestos... enseguida salio corriendo y corrio hacia la casa de la portera, para tocar desesperadamente... en ese momento su mama y hermanas iban entrando... cuando les dijo acerca de su hermana ctodas corrieron hacia su casa, cuando llegaron la casa estaba oscura y en silencio, dice mi abuela que al entrar ella sintio un frio intenso... seguido de una calida brisa.... mi tia abuela ya habia fallecido... un gesto de tranquilidad se dibujo en su rostro.... doña martha por fin se la habia llevado...
Pero esa no fue la ultima vez que mi abuela supo de Doña martha, unos años despues, antes de casarse, mi abuela y su mama se mudaron a una vecindad cerca del centro, era una vecindad regular, y en esos momentos pudieron rentar dos cuartos... asi que tomaron el numero 9 y el numero 11... al llegar no notaron nada fuera de lo comun... mas que un frondoso arbol de granada que estaba enfrente del cuarto 9 y a lado del 12... el arbol daba sus frutos tres veces al año y lo tomaban con confianza ya que "la tierra era buena" ( no me pregunten eso aun no lo entiendo )
fue hasta unos meses despues cuando se enteraron que esa vecindad como muchos sitios en la ciudad de mexico tenia su historia que contar, en el numero 13 vivian dos hermanos, que tenian como oficio la panaderia, lo cual les exigia que se levantaran temprano... a las 5 de la mañana ambos hermanos tenian un extraño ritual... ambos salian de su casa (que era la ultima y estaba en forma perpendicular a las otras dos lineas de cuartos que eran paralelas) se persignaban, y enseguida se subian el cuello de la gabardina y se bajaban el sombrero, caminando viendo el suelo y pegados a la pared... del lado contrario a donde crecia la granada.... ya que ellos juraban que sentada en lel arbol de granada... todas las mañanas doña martha se peinaba...
Mi abuela enseguida recordo a Doña martha, tal y como la describia su hermana lupe... y en efecto hablaba de la misma que veian los panaderos... a partir de ese dia, mi abuela empezo a notar todo lo curioso que pasaba en esa vecindad... como la sinfonola que se prendia sola en el 3, las puertas que se azotaban en la noche.. apesar de estar cerradas, y de un molesto tic tac de un viejo reloj de pendulo que se dejaba escuchar en el silencio de la noche...cosa que en las siguientes noches no la dejo dormir, curiosa le pregunto a la vecina del 8 si era suyo el escandaloso reloj... sin embargo, la vecina extrañada y algo molesta le dijo que no... que ese reloj a lo mejor pertenecia a la del 7 ya que desde que ella se mudo ahi ese reloj ya daba lata.... entonces mi abuela le pregunto a la vecina de enfrente... quien le contesto que ella nunca a tenido reloj, y que ella jamas ha escuchado semejante cosa por las noches...curiosamente... ninguna vecina de la hilera de enfrente del arbol de la granada escuchaba el reloj... ni siquiera su mama y su hermana que ocupaban el cuarto 9 en esa hilera... mi abuela se extraño mucho de este hecho curioso... tanto que le hizo notar algo que hasta ese momento no habia visto... no existia el cuarto numero 10 en esa vecindad...
todos los cuartos seguian una numeracion cruzada... es decir que la hilera de la derecha tenia los cuartos 1,3,5,7,9 y 11, el cuarto 13 que estaba al fondo y luego comenzaba la fila de la izquierda que era ocupado por los numeros 2,4,6,8 y 12... y donde se suponia que tenia que estar el cuarto numero 10 se encontraba el frondoso arbol de granada...
Thursday, June 01, 2006
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